LA ERMITA DE SAN BLAS, ANTIGUA IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA LA MAYOR.
- Parroquia de Ayora
- 3 feb 2020
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Actualizado: 4 feb 2020
La actual ermita bajo la advocación de San Blas, fue la antigua Parroquia de Santa María la Mayor hasta que en 1577 se trasladó el culto a la nueva parroquia, quedando la vieja bajo la advocación de Santa Ana.
Esta iglesia es la más antigua de nuestra villa y es un ejemplo típico de las iglesias llamadas de “Reconquista”, que se caracteriza en su aspecto constructivo por tener su cubierta de madera a dos aguas sobre arcos perpiaños o diafragmáticos apuntados, perpendiculares a la única nave de que constan. Tipología que es propia del gótico primitivo de las primeras construcciones cristianas en los municipios reconquistados, tal como ocurre en la Sangre de Llíria o en San Félix de Xátiva.
Aunque no exista ningún registro documental que permita establecer la fecha exacta de su fundación, es probable que el inicio de la construcción se realizara en la segunda mitad del siglo XIII, tras la conquista cristiana, según la tradición, sobre la antigua mezquita. Esta datación viene reforzada no solo por el momento en el que se reconquista la villa (1242-43), sino también por su tipología arquitectónica. No obstante, la planta del edificio presenta dos partes diferenciadas, ambas góticas, pero de épocas constructivas distintas que se habrían desarrollado entre el siglo XIII y XV. Las últimas investigaciones (R. Sicluna, A. Zaragozá) señalan que durante el siglo XIII se habrían construido las cuatro primeras crujías con sus tres arcos de diafragma correspondientes y posteriormente se ampliaría con la última crujía y el ábside formado por dos cuerpos superpuestos, el inferior semienterrado, en un gótico más elaborado y datado en el siglo XV.
Situada a los pies del castillo, en el denominado barrio de “Los altos”, consta pues de una sola nave con capillas laterales y ábside trapezoidal. La nave tiene cinco crujías y otros tantos arcos diafragmáticos, teniendo los tres primeros el vértice del arco desplazado respecto al eje de la nave, producto de antiguas reparaciones. El ábside tiene los muros norte y sur perforados por dos potentes arcos de piedra apuntados, cubiertos con bóveda de crucería que se cierra con una clave revestida con un plafón de madera policromada que representa a la Virgen María con dos ángeles a sus lados portando los escudos de la villa.
Muy dañada por la guerra de Sucesión en 1707, en que se destruyó el castillo, sufrió una importante reparación, abriéndose de nuevo al culto en 1722. De nuevo sería reparada en 1845 y 1866 tal como aparece en dos de los arcos. En 1979 se llevó a cabo un primer proyecto de intervención, en 2015 se han reparado todas las cubiertas y recientemente los canecillos y las vigas del artesonado interior.
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